Desde hace años la preocupación por encontrar una solución al cáncer está demostrando que muy poco se hace en lo referente a la medicina convencional, ha aumentado el gasto destinado a la investigación contra el cáncer en los países desarrollados. Sin embargo muy poco se hace para recurrir a la medicina natural, aquella que es la que dió inicio a está desde hace siglos.
Durante centurias, la literatura japonesa y china han resaltado a Ganoderma lucidum por sus efectos vigorizantes de la salud, especialmente en lo concerniente al incremento de la longevidad, al tratamiento del cáncer, la resistencia y la recuperación de las enfermedades. Los guías himalayos lo han empleado para combatir la enfermedad ocasionada por las grandes altitudes. Los indios Mayas tradicionalmente lo usan para combatir una variedad de enfermedadades transmisibles. Reishi, como es llamado Ganoderma lucidum, ha llegado a ser especialmente popular en años recientes entre los grupos de alto riesgo, los infectados de VIH (Stamets,1993).
Sin embargo existen estudios e investigaciones sobre algunos frutos, hierbas naturales que están alcanzando notoriedad y mucha esperanza entre los científicos en la lucha contra esta enfermedad que afecta a un gran porcentaje de la población mundial.
De Ganoderma se han aislado un grupo complejo de polisacáridos que se reportan como estimulantes del sistema inmunológico, aumentando la producción de monocitos, macrófagos y citoquinas. Una teoría es que estos polisacáridos estimulan la producción de células “T” ayudantes, las cuales atacan las células infectadas (Stamets, 1993).
La adicción a los narcóticos deprime las funciones del sistema inmunitario. Se ha demostrado que los polisacárido-péptidos de Ganoderma lucidum pueden restablecer el sistema inmunológico deprimido por el uso de morfina y que puede ser potencialmente benéfico en el tratamiento de cáncer. Los polisacáridos de Ganoderma lucidum son quimiopreventivos, inhiben la formación de 8-hidroxideoxiguanosina que representa un daño oxidativo en el DNA. La radioterapia, la quimioterapia y el uso repetitivo de morfinas para remediar el dolor, aunque indispensables en el tratamiento del cáncer pueden suprimir las funciones del sistema inmunológico. El estrés y el envejecimiento también pueden causar el deterioro de esta función (Liu, 1999 a).
Una inyección previa de un antioxidante de Ganoderma, restauró casi al 100% todos los parámetros bioquímicos disturbados por el uso de quimioterapia con adriamicina o cisplatina que induce nefrotoxicidad por estrés oxidativo. La cardiotoxicidad inducida en ratas ha sido revertida con extractos de Ganoderma con dosis de 125, 250 y 500 mg/Kg/día, durante 2 semanas. También se ha demostrado la reversión de la función inmunológica por los polisacaridos de Ganoderma lucidum, cuando esta se ha empeorado con mitomicina, 5 FU, citarabín, el estrés y el envejecimiento (Liu, 1999 a).
Ganoderma lucidum puede curar cáncer, el síndrome de fatiga crónica, la degeneración del hígado, desórdenes de la sangre (Stamets,1993). Los extractos alcohólicos de Ganoderma lucidum inducen el reposo del crecimiento celular y la apoptosis de manera selectiva sobre las células tumorales, demostrado en casos de cáncer de pecho humano. Igualmente se ha reportado que puede inhibir el crecimiento celular previniendo la transición desde G1 hasta la fase S en células HeLa. Los extractos alcohólicos de Ganoderma lucidum son capaces de inducir apoptosis en forma directa en células de cáncer de pecho humano no a través del sistema inmunológico.
Los polisacáridos del extracto acuoso de Ganoderma lucidum presentan actividad antitumoral mediada por citoquinas liberadas de macrófagos y linfocitos T activados, especialmente Factor de Necrosis Tumoral a (FNT a) e Interferón g (IFN g) (Hongbo et al., 2002). Los polisacáridos de alto peso molecular aumentan los niveles de IL 1b, IL 2, IL 6; tienen actividad antiviral preventiva, e hipoglicemiante.
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